EDITORIAL,Nº 98
Clase literatura
El reciente Informe Pisa alerta de la escasa comprensión lectora de los alumnos españoles. Este dato, junto a los número rojos del hábito de la lectura en nuestro país, conduce a los interrogantes sobre la forma de impartir la asignatura de literatura, el papel que tiene en el sistema educativo y si su enseñanza se considera o no una pieza importante para la adquisición de conocimientos. Hace tiempo que la literatura dejó de ser el eje del aprendizaje y su enseñanza se ha limitado a la exposición memorística de textos históricos, de nombres y desciframientos estéticos inútiles que no interesan a los alumnos.
Nuestra sociedad es cada vez más receptiva a la imagen en detrimento de la palabra, demanda más los saberes prácticos que los humanísticos y no fomenta el que memoricemos. En este número de Mercurio profesionales de la enseñanza de la literatura en secundaria y en la universidad exponen los males y aportan su experiencia personal acerca de la docencia de una asignatura que no se ha adaptado al tiempo actual y que suele ser rechazada debido al esfuerzo de atención y de disciplina que requiere. Estos análisis coinciden en que se continúa enseñando la misma literatura que hace cien años, en la falta de interés de los propios profesores hacia la ficción contemporánea y en la necesidad de encontrar nuevas fórmulas que fomenten un tiempo y un espacio para la lectura. Las bibliotecas, los talleres de escritura y de lectura y el acercamiento a los escritores son algunas de las propuestas que defienden estos profesores con el objetivo de que la literatura sea una buena guía de lecturas que contribuyen a mejorar y enriquecer la realidad.
Y el listening, por supuesto
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Estudiar inglés y sobretodo aprender inglés pasa por atender a un amplio
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Hace 4 años
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